Como ARMAAD participamos en los diferentes momentos de la XIII Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe realizada del 25 al 28 de octubre en Montevideo, Uruguay. Además, realizamos un evento paralelo sobre la “Autonomía Económica de las Mujeres Afrodescendientes”. Valoramos como uno de los resultados positivos de la Conferencia, la aprobación como acuerdo regional de la Estrategia de Montevideo (versión en inglés aquí).

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*La Estrategia comprende 10 ejes temáticos y 74 medidas que serán adaptados a las prioridades, a los planes de igualdad de género y de desarrollo sostenible, además de las políticas y presupuestos nacionales, por los 36 Estados miembros de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Esa agenda engloba los compromisos asumidos por los gobiernos de la región con los derechos y la autonomía de las mujeres, y la igualdad de género, desde la primera Conferencia Regional realizada en La Habana, Cuba, en 1977.

Los ejes de su implementación fueron considerados marco normativos y están referidos a igualdad y Estado de derecho; institucionalidad: políticas multidimensionales e integrales de igualdad de género y participación popular y ciudadana: democratización de la política y las sociedades.

También incluye la construcción y fortalecimiento de capacidades estatales: gestión pública basada en la igualdad y la no discriminación; y financiamiento: movilización de recursos suficientes y sostenibles para la igualdad de género.

Se suman además, el acceso a la información y el cambio cultural; el gobierno electrónico y economías innovadoras e inclusivas; la cooperación hacia una gobernanza multilateral democrática; y sistemas de información: transformar datos en información, información en conocimiento y conocimiento en decisión política.

Asimismo, prevé el monitoreo, evaluación y rendición de cuentas: garantía de derechos y transparencia.

Los países participantes en la reunión de tres días coincidieron en que para alcanzar la igualdad de género se precisa superar los nudos estructurales constitutivos de las actuales relaciones desiguales de poder en la región, entre ellos la desigualdad socioeconómica, la persistencia de la pobreza y división sexual del trabajo.

En ese sentido, el documento busca erosionar esos nudos estructurales para poder avanzar “hacia la igualdad sustantiva”.

La Estrategia… y el proyecto de resolución aprobados reafirmaron, además, la voluntad política de trabajar entre los Estados para la creación de un fondo regional de apoyo a organizaciones y movimientos de mujeres y feministas.

Los delegados también alertaron sobre los peligros de la desaceleración de las economías, las debilidades de la democracia, las prácticas y discursos y patrones culturales patriarcales, discriminatorios y violentos basados en la cultura del privilegio.

Al respecto, la ministra de Desarrollo Social de Uruguay, Marina Arismendi, llamó a realizar enormes esfuerzos porque “todo lo que tenemos por delante es difícil, arduo y complejo, pero lo vamos a conquistar”, apuntó.

El viceministro uruguayo de Relaciones Exteriores, José Luis Cancela, significó al intervenir en la clausura que la Estrategia de Montevideo “es una apuesta política” para alcanzar la igualdad de género en 2030 y expresó su deseo de que se convierta en una guía regional.

Uruguay presidirá en los próximos tres años la Mesa Directiva de la Conferencia Regional, acompañada por Argentina, Antigua y Barbuda, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves y San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía y Surinam.

*Texto compartido desde Artículo online.