QUINTO ENVIO: Urgen a Segob a cumplir sentencias en caso Inés y Valentina

DERECHOS HUMANOS

* Urgen a Segob a cumplir sentencias en caso Inés y Valentina

— A 2 años de fallos de CoIDH no hay justicia cabal para ellas

CAMPAÑA PERIODISTAS POR EL RESPETO DE LOS DSyR DE LA JUVENTUD

* Parteras, aliadas estratégicas contra muerte materna

— En Altos de Chiapas atienden más de 4 mil nacimientos al año

Por la Redacción

México, DF, 16 jul 12 (CIMAC).- Organizaciones civiles pidieron al secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, que antes de que concluya la actual administración cumpla con las sentencias dictadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), en los dos casos de violación sexual cometida por militares contra dos indígenas tlapanecas.

En una carta pública, un grupo de asociaciones ciudadanas demandaron que a la brevedad se cumplan las sentencias sobre la violación sexual de las indígenas Inés Fernández Ortega y Valentina Rosendo Cantú, quienes fueron atacadas por militares en 2002 en el estado de Guerrero.

El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan advirtió que a casi dos años de que el máximo tribunal de América emitiera estas resoluciones, hay pocos avances y ambas sentencias permanecen incumplidas en sus aspectos más sustantivos.

Inés y Valentina son dos indígenas que en hechos por separado, en 2002, fueron víctimas de violación sexual por parte de militares. Ante la impunidad judicial, decidieron llevar su denuncia hasta la CoIDH, organismo que en octubre de 2010 condenó al Estado mexicano.

Una de las demandas de las indígenas fue que sus casos se investigaran en el fuero civil y no en el militar, y aunque en septiembre pasado sus expedientes fueron turnados a la Fiscalía Especial para  los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra), hasta ahora no hay responsables tras las rejas.

En un informe por separado, Tlachinollan indicó que “lo importante a destacar es que a la fecha la Fevimtra no ha consignado los expedientes ante la justicia federal, pese a que hay elementos de prueba suficientes para ello… la impunidad militar hoy persiste

En este contexto, organizaciones defensoras de los Derechos Humanos (DH) enviaron una carta al secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, para reiterar la importancia del cumplimiento de los compromisos asumidos por Felipe Calderón.

De acuerdo con la Coordinación Alemana por los Derechos Humanos en México, la Organización Mundial contra la Tortura, Washington Office on Latin America y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, aún falta mucho por cumplir.

Los grupos civiles recordaron que en dos actos públicos –el 15 de diciembre de 2011 en el DF para Valentina, y el 6 de marzo de este año en Guerrero para Inés–, Poiré se comprometió a cumplir con las resoluciones del alto tribunal regional.

Pero han transcurrido casi dos años desde que fueron emitidas las sentencias y en el cumplimiento de las resoluciones en materia de salud, educación, reparaciones comunitarias e indemnizaciones, prevalecen graves rezagos vinculados a cuestiones administrativas.

Las organizaciones reconocieron la importancia de que las investigaciones pasaran del fuero militar al civil, pero indicaron que hasta la fecha no hay indicios de que los responsables serán consignados a la brevedad.

“A más de 10 años de los hechos, los expedientes ni siquiera han sido presentados ante una autoridad judicial”, criticaron.

Observaron que en los últimos meses se han realizado mesas de trabajo entre autoridades y organizaciones defensoras de DH en Chilpancingo, Guerrero, para definir cómo se cumplirán los puntos de las sentencias, pero han tenido pocos avances.

Precisaron que este 17 de julio se tiene programada una nueva reunión con autoridades federales y estatales, para acordar el cumplimiento de los puntos de la sentencia del caso de Inés Fernández. Se espera que salgan acciones concretas que acaben con la incertidumbre para ambas mujeres.

“La secretaría que usted encabeza (Segob) tiene una última oportunidad de dejar un legado respetable en materia de Derechos Humanos mediante el cumplimiento pleno de las sentencias de la Corte Interamericana”, recalcaron las agrupaciones.

12/AGM/RMB/LGL

CAMPAÑA PERIODISTAS POR EL RESPETO DE LOS DSyR DE LA JUVENTUD

* Parteras, aliadas estratégicas contra muerte materna

— En Altos de Chiapas atienden más de 4 mil nacimientos al año

Por Guadalupe Cruz Jaimes, enviada

San Cristóbal de las Casas, 16 jul 12 (CIMAC).- Las parteras tradicionales capacitadas son estratégicas para reducir la muerte materna (MM) en comunidades indígenas, ya que promueven la revisión médica prenatal, identifican cuando las embarazadas requieren ser hospitalizadas, y les garantizan el acceso a un parto atendido por personal calificado.

Javier Domínguez, oficial nacional de Programas del Fondo Nacional de Población (UNFPA) en México, señaló que las parteras capacitadas “juegan un rol muy importante” como promotoras de la salud materna, pues fungen como vínculo entre las mujeres indígenas y el sistema de salud.

“Identifican a las embarazadas, les dan acompañamiento en el control prenatal, las alertan cuando prevén una complicación obstétrica, y previenen riesgos en la salud de las embarazadas”, dijo el especialista.

Durante un taller para periodistas, organizado por UNFPA en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Domínguez indicó que las parteras con una formación adecuada y articuladas en el sistema de salud representan un “recurso estratégico” en la disminución de la MM.

En la región de los Altos de Chiapas hay 773 parteras registradas en la Jurisdicción Sanitaria Número 2, quienes reportan la atención de 300 a 400 partos al mes.

En los 28 municipios de esa zona las parteras asisten más de 4 mil nacimientos cada año, informó Lucio Pérez, capacitador de parteras de esa jurisdicción de la Secretaría de Salud (Ss) local.

PREPARADAS PARA TRAER VIDA AL MUNDO

Petrona Hernández, de 52 años, es una de las parteras tradicionales capacitadas que mensualmente ayuda a parir a unas cinco mujeres. Ella se dedica a esta labor desde hace más de tres décadas sin recibir remuneración alguna.

La indígena tzetzal, originaria de Tenejapa –uno de los 28 municipios con menor Índice de Desarrollo Humano en Chiapas–, ubicado en la región de los Altos, se convirtió en partera a los 16 años de edad.

Desde entonces adquirió la experiencia y conocimientos necesarios para determinar cuando un embarazo es de alto riesgo y requiere hospitalización, así como para atender un parto en casa de la embarazada sin complicaciones.

Petrona Hernández, junto con las 18 parteras tradicionales de Tenejapa, recibe capacitación para optimizar su labor y disminuir los riesgos de salud en las mujeres antes, durante y después de parir, mediante el programa “Cuidando el cuerpo de la mujer, el niño y de la madre tierra”, el cual inició en noviembre de 2009.

“Nos enseñan técnicas, por ejemplo de cómo hay que cortar el cordón umbilical del bebé, con qué material y cómo lavarlo. También aprendimos a poner suero a la mujer si está débil, después del parto”, explicó.

En la capacitación, abundó Petrona, “nos hablan de los síntomas de un parto complicado, pero nosotras sabemos cuando una mujer está delicada de salud y necesita cesárea; cuando eso ocurre las trasladamos al centro de salud aquí en el municipio, donde los médicos valoran si requiere que la trasladen al hospital en San Cristóbal de las Casas”, ubicado a una hora de Tenejapa.

Hernández dijo que las parteras están preparadas para “traer vida al mundo”, porque además de poseer los conocimientos transmitidos por sus antepasadas y, recientemente, la capacitación del sector salud, la madre naturaleza les anuncia mediante un sueño el nacimiento de la niña o el niño entregándoles una paloma o un conejo blanco, que ellas deben tomar en sus manos.

María López, de 50 años de edad, también comparte esta creencia. La indígena tzetzal también habitante de Tenejapa se formó como partera tradicional desde que era una niña, mientras ayudaba a su madre a atender a mujeres de la comunidad.

“Tenía como 10 años cuando empecé”, contó. Entonces las cosas eran diferentes porque la sobrevivencia de las mujeres dependía de ellas por la lejanía de los servicios de salud, “ahora si hay complicaciones las llevamos a la clínica”, agregó.

La madre de cuatro hijos aclaró que también cambió su forma de atender los partos porque cuentan con el material mínimo, como tijeras, pinzas, guantes, termómetro y alcohol.

Las parteras tradicionales capacitadas también se encargan de pesar al recién nacido y enviar sus datos a la Ss local para que registre su nacimiento.