Reportajes

País de Niñas Madres

 Cada año miles de niñas dejan mochilas, juguetes y la alegría del hogar por un embarazo precoz. Es el drama de  las niñas-madres.

 El testimonio de la madre de la niña fue que ella, su hija de 12 años, se lo buscó y por tanto era la responsable de “eso”.  foto

 “Eso”, a lo que se refería la madre sin dar su nombre, no era otra cosa que un embarazo de siete meses que llevó a “Anita” (nombre ficticio) a buscar ayuda psicosocial ante la Asociación Quincho Barrilete, una organización no gubernamental que tiene como misión la prevención y tratamiento de toda forma de violencia contra la niñez y adolescencia.

 Karla Nicaragua, asesora legal de dicha organización, contó que los casos en que las madres culpan a sus hijas por un embarazo precoz son cotidianos dentro de la experiencia de la institución.

 “Muchas madres achacan a sus hijas adolescentes o niñas la responsabilidad de un embarazo temprano y en muchos casos acompañan el reproche con medidas más drásticas, como la expulsión de las niñas del hogar o la inducción a la prostitución como forma de garantizar la manutención del bebé que viene en camino”, explicó Nicaragua.

Su observación solo trata de abarcar una arista de un problema más grave, como el destino que espera a las más de 17 mil niñas menores de 14 años que según cifras oficiales del Ministerio de Salud se reportan embarazadas a los centros de atención médica del Estado…

Según el documento oficial del Ministerio de Salud (Minsa), titulado Análisis Estadístico de Salud 2000-2010 , de cada cien nacimientos reportados al sistema de salud pública, 27 corresponden a adolescentes entre los 14 y 18 años de edad.

El documento se concluyó en mayo del corriente año y fue presentado por el doctor Wilmer Beteta, de Extensión y Calidad de la Atención del Ministerio de Salud, durante el evento del Día Mundial de la Población 2012, auspiciado por el Fondo de Población y Desarrollo de las Naciones Unidas.

De acuerdo con las cifras oficiales, el porcentaje de niñas entre los 10 y 14 años de edad que han resultado embarazadas en la última década ha aumentado hasta el 47 por ciento desde el año 2000 al año 2010.

Para el doctor Osmany Altamirano Palacios, asesor nacional de Desarrollo Comunitario en Derechos Sexuales y Reproductivos del no gubernamental organismo Plan Internacional Nicaragua, detrás de las frías cifras oficiales de maternidad precoz se esconde todo un drama de violencia y pobreza que afecta a las niñas y adolescentes de todo el país que, con sus tragedias, engrosan las cifras de niñas-madres como víctimas sin justicia de la violencia sexual.

foto     “El fenómeno de la maternidad precoz en Nicaragua no es nuevo, se viene cargando con ese fenómeno atroz desde hace décadas y las cifras solo nos vienen a confirmar que el drama de miles de niñas que son abusadas y terminan embarazadas, solo se está reproduciendo como un círculo vicioso”, dijo el experto.

La causas de tal situación —según Altamirano—, están dispersas en muchas situaciones: “Detrás de cada embarazo de una niña o adolescente hay abuso de poder, violencia sexual, falta de educación u orientación sexual de los padres o tutoras, chantaje económico y emocional, intimidación, violencia sicológica y presión social de los círculos de amistad de la víctima, que a veces la empujan a aceptar propuestas sexuales de amigos y conocidos”.

Según estudios propios de Plan Internacional Nicaragua, cuando una niña resulta embarazada, no está sino reproduciendo un ciclo de pobreza que viene del seno familiar: “El 74 por ciento de las mamás de niñas adolescentes con las que trabaja Plan Internacional tuvieron a sus hijas antes de los 18 años, es decir que las hijas de madres adolescentes son más propensas a salir embarazadas en su adolescencia”.

El resultado de este fenómeno —a criterio de Altamirano—, es socialmente nocivo, tanto para la nueva madre como para su hijo. “La niña embarazada reproduce el ciclo de la pobreza porque se vuelven madres antes de madurar biológicamente, es decir, madres con bajo peso y desnutrición crónica, que al dar a luz tienen hijos o hijas con baja talla y bajo peso”, explicó.

Lo peor viene enseguida: con un embarazo, el 47 por ciento de las niñas pierde su derecho a la educación y no concluye la educación primaria; muchas son obligadas a buscar trabajo en condiciones de desventaja, otras son echadas a las calles y muchas terminan víctimas de explotación sexual.

Datos:

1,324,779 mujeres dieron a luz en Nicaragua entre el año 2000 y el 2010, según las cifras comparativas del informe titulado Análisis Estadístico de Salud del Ministerio de Salud, dado a conocer el pasado mes de julio en Managua.

367,095 del total de madres que oficialmente registró el Minsa en la década del 2000 al 2010, eran reportadas como adolescentes menores de 18 años de edad. Es decir, el 27.10 por ciento del total de partos corresponde a adolescentes.

122,396 fue el total de mujeres que según el Minsa dieron a luz en el 2010, según los registros del Minsa que reveló el Análisis Estadístico de Salud, que reporta un incremento del 47 por ciento de embarazos precoces del año 2010.

33,169 fue la cantidad de adolescentes embarazas que dieron a luz en el año 2010, en los centros de atención médica del Ministerio de Salud. Es decir, el 27.10 por ciento de las 122,396 mujeres atendidas por parto en el año 2010.

  • Detrás de cada embarazo, una posible violación en impunidad

Para la sicóloga Lorna Norori, del Movimiento contra el Abuso Sexual, el informe del Ministerio de Salud evidencia más que un aumento oficial de cifras de embarazo precoz, el crecimiento impune de abusos sexuales y violaciones a niñas y adolescentes.

“Si tomamos al pie de la letra lo que dice el Código Penal de Nicaragua, que toda relación sexual con una niña menor de 14 años es violación, entonces tenemos en esas cifras que las violaciones han aumentado con cada embarazo a una niña menor de 14 años”, dijo.

De acuerdo con el artículo 168 del vigente Código Penal, se entiende como violación a menores de 14 años “quien tenga acceso carnal o se haga acceder con o por persona menor de catorce años…”. Será sancionado con pena de 12 a 15 años de prisión.

“Si las cifras del Minsa hablan de que el 27 por ciento de los embarazos totales del país son en adolescentes y que el 47 por ciento de ellas tiene entre 10 y 14 años, estamos hablando de miles de violadores que andan libres por ahí sin pagar sus penas por los delitos sexuales cometidos”, denunció Norori.

Para ella, cada embarazo precoz es una “maternidad forzada”, porque las niñas y adolescentes, o sus familias, no tienen otra opción que obligarlas a parir.

  • Niñas, doble víctimas

El estudio “Visión de la población sobre el abuso sexual”, realizado a finales del 2011 por el Movimiento contra el Abuso Sexual, reveló que además del drama que viven las niñas y adolescentes embarazadas, se suma un escarnio social que las culpa de su condición de víctimas. Siete de cada diez personas consultadas opinó que el abuso sexual en niñas y adolescentes ocurrió porque madres y padres “no cuidan a sus hijas”, dejando así sin responsabilidad a los responsables de las agresiones. Cinco de cada diez personas opinó que quien comete un abuso sexual es un enfermo, y tres de cada diez los catalogó como “maniacos sexuales”, desconociendo con ello que el abuso sexual es un delito y que quien lo comete es un criminal, no un enfermo.

De acuerdo con el estudio, se presume que la cifra de denuncias de abuso sexual contra niñas y adolescentes únicamente alcanza un tercio de los delitos que se conocen solo porque terminan en embarazo, por lo cual, a criterio de Norori, por cada niña embarazada dos más podrían haber sido abusadas.