20 de noviembre de 2012

5:56 p.m.

Damas cívicas honran a Sila Maria Calderón y Ana Irma Rivera Lassén

Fueron reconocidas como mujeres destacadas.

fotoPor Keila López Alicea / keila.lopez@elnuevodia.com

Rivera Lassén y Sila María Calderón participaron del encuentro mensual con las damas cívicas.(wandaliz.vega@gfrmedia.com)

Son dos mujeres cuyos caminos se han cruzado en varias ocasiones a lo largo de sus vidas y, aunque con metas y rumbos diferentes, su impulso siempre ha sido ayudar a mejorar la calidad de vida de aquellos que le rodean.

Sila María Calderón fue la primera gobernadora de Puerto Rico. Ana Irma Rivera Lassén es la primera mujer negra en presidir el Colegio de Abogados. Ambas participaron hoy de la asamblea mensual del Club Cívico de Damas de Puerto Rico para dejar claro que son “mujeres con misión” y servir como ejemplo para un grupo de jóvenes que se iniciaría en la organización filantrópica.

En un breve recuento de su vida, Rivera Lassén narró que tenía  4 años y su madre acababa de decirle que no podía tener el triciclo que quería porque era niña cuando se prometió  a si misma que trabajaría por los derechos de la mujer para lograr la igualdad entre los géneros…

Con esa promesa en mente, a los 16 años se inició en grupos feministas y como veinteañera ya marchaba a La Fortaleza para entregar propuestas de proyectos de ley que cambiarían para siempre la posición que ocupaba la mujer dentro de las leyes locales.

 

“Cuando se creó la Comisión de Asuntos de la Mujer fue que se cambian las leyes de familia agrupadas en el Código Civil. En ese momento, estamos hablando de la década de 1970, las mujeres no podían prestar consentimiento. Hay una lista de personas que no pueden consentir bajo el Código Civil, son los menores no emancipados, los locos o dementes, los sordomudos y las mujeres casadas. Se colocaba todo el poder de consentimiento sobre el hombre”, indicó Rivera Lassén.

En esos tiempos, quien recibió los proyectos de ley era una joven ayudante de la Oficina del Gobernador, Sila Calderón.  Esa y otras experiencias le hicieron ver que era posible cambiar el rumbo del país, por lo que no dudó cuando una década después se topó de frente con una parte de Puerto Rico que ella no conocía y decidió hacer algo para luchar contra la pobreza en el país.

“En 1989, después del huracán Hugo, fui a la Península de Cantera. Nunca había estado allí, ni sabía que existía a pesar de haber vivido toda lo vida en San Juan.  Ver la pobreza extrema en la que vivían 12,000 familias cambió mi vida para siempre”, expresó Calderón.

La exgobernadora sostuvo que fue así como ayudó a crear la Corporación de la Península de Cantera, una entidad que asiste a impulsar proyectos de desarrollo comunitario para el sector. De este modelo, años más tarde surgió el Programa de Comunidades Especiales.

La presidenta del Club Cívico de Damas, Olga Pérez Fernández, elogió el trabajo que han  realizado tanto Rivera Lassén como Calderón en sus respectivos campos.

“Ellas son una inspiración.  El mundo está cambiando, es una nueva realidad y nosotras tenemos que adaptarnos a los tiempos. Soy del pensamiento de que las mujeres no nos podemos quedar a un lado de las situaciones y las mujeres que somos parte del Club Cívico de Damas tenemos que ser fuertes y tomar decisiones. Aunque se nos conoce más por nuestras actividades sociales y los sombreros, nosotros somos un club cívico y de filantropía y es mucha la obra de que hacemos”, destacó Pérez Fernández, al recalcar que la entidad cumple 92 años de fundado en abril de 2013.