DIGICEL dice que los afropanameños son cochinos

La empresa de telefonía móvil DIGICEL, con una agresiva estrategia publicitaria,  ha logrado copar en poco tiempo un importante segmento del mercado de consumidores en Panamá.   En su empeño no ha escatimado esfuerzo alguno, a tal punto que ahora ha optado por el racismo como fórmula para captar la atención del público.  Esto queda absolutamente claro en su más reciente pauta publicitaria en televisión que lleva por insignia el término Note Bookeate, y como uno de los mensajes fuerza: Los afropanameños son cochinos.

La pauta racista de DIGICEL inicia con una toma de un basurero y, súbitamente, caen al piso, al lado del basurero, y de lo alto, algunos objetos que hacen suponer al espectador que es  basura, o al menos así ha sido definida por quien las ha arrojado. La toma de la cámara sube por la pared del inmueble desde donde provino la acción y se posa en la figura de una joven – a todas luces afrodescendiente e implícitamente la responsable de la acción – manejando una libreta de anotaciones electrónica (notebook).  Así, con aberrante exquisitez,  DIGICEL nos transmite que los negros son en esencia cochinos.

La cuña racista de DIGICEL no se ahorra detalle alguno para explicitar que se desarrolla en un entorno en que habitan afropanameños.  El escenario es un inmueble a todas luces parecido a los que aún existen en Río Abajo, que fueron emblemáticos en El Marañón y El Chorrillo, construidos para los trabajadores inmigrantes antillanos que laboraron en la construcción de la vía de aguas  y en las actividades que se establecieron posteriormente en la antigua Zona del Canal.

Siendo lo anterior materia suficiente para expresar el rotundo rechazo del Comité Panameño contra el Racismo, como en efecto lo hacemos, no resulta de menor calado el ataque que hace DIGICEL a la lengua oficial del país con aquello de Note Bookeate.  Aquí la Academia Panameña de la Lengua tendría mucho que decir.  ¿Y el Alcalde del Distrito de Panamá, proveniente del mundo publicitario, se habrá dado por enterado de la cuña de televisión en la cual se “bota la basura” por el balcón, en lugar de bajar y depositarla en uno de los recipientes destinado para tal fin?  ¿Se pronunciará contra ella y el racismo que destila contra la población negra del distrito y el país?  El ciudadano Arles Fernández D. ya lo hizo y nos ha alertado a todos.

DIGICEL no deja espacio para la duda en cuanto a su visión de los y las afropanameñas.  También nos recuerda que en Panamá el racismo viene en múltiples empaques; algunos de ellos tan pringados de estereotipos que en el manejo de su denuncia y condena al Comité Panameño contra el Racismo le toca hacer un gran esfuerzo por no apelar a la ruindad que exhalan aquellos que abanderan un flagelo que por fortuna la mayoría de los seres humanos sobre este planeta rechaza.

Panamá, 16 de marzo de 2010

A. Barrow / Vocero