Las mujeres aportan hasta 90 por ciento de los alimentos que consumen los pobres de las zonas rurales y producen incluso 80 por ciento de los comestibles en la mayoría de los países en desarrollo. Pero a la hora de tomar decisiones sobre agricultura y biodiversidad se las ignora.

Sin embargo, en Nairobi se está gestando un acuerdo que, de aprobarse, hará que los países garanticen la participación femenina en esas decisiones.

Esto constituirá un hito, dijo Lorena Aguilar Revelo, consejera mundial de género de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

La tercera reunión del Grupo de Trabajo Especial de Composición Abierta sobre la Revisión de la Implementación del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica finalizará este viernes en la capital keniata.

Allí se debate el Plan Estratégico de ese Convenio, con el propósito de definir los objetivos para un nuevo acuerdo internacional sobre cómo frenar la pérdida de especies.

Ese plan condicionará explícitamente el financiamiento a la participación de las mujeres, dijo Aguilar Revelo a IPS.

El Plan Estratégico determinará varios objetivos específicos sobre biodiversidad para 2020, y será presentado ante los 193 países miembros para su aprobación en la 10 Conferencia de las Partes, que tendrá lugar entre el 18 y el 29 de octubre en Nagoya, Japón.

“Las mujeres son las protectoras de la biodiversidad agrícola. En Perú cultivan más de 60 variedades de mandioca, y en Ruanda más de 600 de frijoles”, señaló Aguilar Revelo.

“Dejar afuera a 50 por ciento de la población cuando estamos en una crisis de biodiversidad no ha sido muy inteligente”, agregó.

Las mujeres de los países en desarrollo tienen un conocimiento íntimo de los sistemas sociales y naturales, que incluyen la recolección de 80 por ciento de los productos silvestres comestibles.

También ahorran hasta 90 por ciento de las semillas que se utilizan en la agricultura de pequeña escala, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

“Las mujeres juegan un rol importante en la naturaleza, a menudo son agricultoras y tienen una íntima comprensión de la biodiversidad”, dijo a IPS el secretario ejecutivo del Convenio sobre la Diversidad Biológica, Ahmed Djoghlaf.

Pese a estas realidades, no se las considera protagonistas en materia de conservación, y no se las invita a las reuniones sobre biodiversidad, sostuvo Aguilar Revelo.

“Exceptuando el Convenio, los roles de las mujeres no se han reconocido ni siquiera en los debates sobre acceso y distribución de los beneficios de los recursos naturales”, planteó.

Las mujeres tienen más probabilidades de ser afectadas por la pérdida de biodiversidad. Esta palabra se utiliza para describir la multiplicidad de seres vivos que constituyen los ecosistemas de la Tierra, que brindan alimentos, combustible, agua y aire limpios.

En muchas comunidades, las mujeres son también quienes transmiten los conocimientos sobre las plantas, los animales y los ecosistemas de sus regiones.

Aunque la mayoría de las personas que se dedican a la agricultura en África son mujeres, en muchos lugares ocurre que, si el esposo fallece, la mujer no hereda el pequeño terreno en el que cultivó los productos para alimentar a su familia la mayor parte de su vida.

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